Esta pregunta siempre tendrá distintas respuestas dependiendo de quién la responda, es y siempre será así, ya que siempre ha habido y siempre habrá creyentes, agnósticos, ateos, o cualquier variedad referente a creencias y dioses.
¿Mi respuesta?, la verdad es que gran parte de mi vida me he considerado atea, ya que mis padres y mi hermana también lo son y digamos que es lo que he visto. Mis tíos y abuelos, creyentes, intentaron inculcarme e introducirme en el mundo de la fe, pero la verdad es que no lo consiguieron, nunca consideré que eso fuera para mi la verdad, me gusta demasiado la ciencia y veo completamente lógica la teoría de la evolución como para creerme lo de la manzanita, aparte de que eso lo considero muy machista y nunca podría "seguir" algo que me pareciese denigrante para la mujer, ni me entra en la cabeza que cualquier mujer que se valore a sí misma lo haga la verdad.
Tampoco es que sea atea, pero realmente no se si lo que soy tiene algún nombre concreto.
Sí, creo que existe algún dios, o varios incluso. Considero que sique hay algo más allá de la lógica que no podemos demostrar. Aunque rezar lo veo completamente inútil, ya que no considero para nada que ese...llamémoslo "ser", pueda interferir en la vida de las personas. Si realmente pudiera intervenir ¿por qué dejaría que las cosas malas que ocurren a cada minuto pasaran?, por lo que yo lo veo como que no interviene o bien porque no puede o bien porque no le importamos, y por lo tanto nunca podría ser ese al que consideran Dios, ya que él se supone que reza por las vidas de los seres humanos.
Pero no solo creo en ese "ser" como tal, si no que también creo en la reencarnación y en el más allá, pero no en el infierno la verdad, lo veo como un lugar inventado por los cristianos que crearon la religión para mantener sumisos y controlados a todos sus fieles con el miedo, como en la gran mayoría de las religiones, incluso diría más, como en las sectas, aunque la verdad...nunca he entendido por qué a la religión y a las sectas se les considera algo distinto; apenas discrepan realmente a grandes rasgos, siempre suele haber alguien a quien adorar, ya sea humano o no, un sitio al que querer llegar y un miedo que impide dejar dicha secta o religión o comportarse de forma "inapropiada" para la misma.
Se que mucha gente que leyera esto, gente que conozco de echo, se escandalizaría muchísimo, pero es lo que yo considero la verdad y quería compartirla.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
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martes, 29 de enero de 2013
lunes, 28 de enero de 2013
Duras decisiones
Con los años, aunque no haya vivido muchos todavía, he ido aprendiendo que en ciertos momentos de la vida hay que tomar decisiones que a primera vista se ven realmente duras y dolorosas pero que con el paso del tiempo demuestran que son las correctas por si mismas.
Realmente, a mi parecer, estas decisiones son las que marcan "épocas" en las vidas de cada uno, ya que suelen ser decisiones importantes, MUY importantes, que a priori nunca se quieren tomar, y que, de echo, una vez tomadas y durante un tiempo el arrepentimiento te inundará tomando el mando de tu vida día tras día.
Se que dicho así ciertamente no parecen decisiones adecuadas, pero lo son, a la larga lo son. A veces es necesario que pase más tiempo, en otras ocasiones al poco se empieza a notar lo positivo de la decisión, y en otras ocasiones debe pasar una eternidad para poder superar los efectos secundarios de dicha decisión.
Sinceramente yo las odio, son realmente dolorosas hasta lo más profundo de nuestro ser. Queman, abrasan el corazón con todas sus fuerzas, como si de las llamas de un volcán en erupción se tratasen. Pero aunque nos gustaría no tener jamás que tomar una de esas decisiones el destino siempre nos pondrá alguna en nuestro camino, pocas si tienes suerte, demasiadas si no, decisivas si no eres lo suficientemente fuerte.
En muchas ocasiones recuerdo cuando era pequeña, lo fácil que era todo, lo feliz que era en mi mundo de ignorancia y color, pero inmediatamente después recuerdo cómo ha cambiado todo, cómo ha cambiado mi vida desde que era niña, cómo he cambiado yo y, sobre todo, la cantidad de personas que ya no podrán conocer a la chica que soy por culpa de la chica que fui.
¿Qué hacer?, nadie lo sabe, ¿cómo tomar la decisión?, nadie te lo dirá, pero debes tomarla, lo sabes, todos lo sabemos cuando llega nuestro momento.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
Realmente, a mi parecer, estas decisiones son las que marcan "épocas" en las vidas de cada uno, ya que suelen ser decisiones importantes, MUY importantes, que a priori nunca se quieren tomar, y que, de echo, una vez tomadas y durante un tiempo el arrepentimiento te inundará tomando el mando de tu vida día tras día.
Se que dicho así ciertamente no parecen decisiones adecuadas, pero lo son, a la larga lo son. A veces es necesario que pase más tiempo, en otras ocasiones al poco se empieza a notar lo positivo de la decisión, y en otras ocasiones debe pasar una eternidad para poder superar los efectos secundarios de dicha decisión.
Sinceramente yo las odio, son realmente dolorosas hasta lo más profundo de nuestro ser. Queman, abrasan el corazón con todas sus fuerzas, como si de las llamas de un volcán en erupción se tratasen. Pero aunque nos gustaría no tener jamás que tomar una de esas decisiones el destino siempre nos pondrá alguna en nuestro camino, pocas si tienes suerte, demasiadas si no, decisivas si no eres lo suficientemente fuerte.
En muchas ocasiones recuerdo cuando era pequeña, lo fácil que era todo, lo feliz que era en mi mundo de ignorancia y color, pero inmediatamente después recuerdo cómo ha cambiado todo, cómo ha cambiado mi vida desde que era niña, cómo he cambiado yo y, sobre todo, la cantidad de personas que ya no podrán conocer a la chica que soy por culpa de la chica que fui.
¿Qué hacer?, nadie lo sabe, ¿cómo tomar la decisión?, nadie te lo dirá, pero debes tomarla, lo sabes, todos lo sabemos cuando llega nuestro momento.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
lunes, 21 de enero de 2013
La chica invisible
Supongo que al menos algunos de los que puedan llegar a leer esto reconocen el título de esta entrada, ya que se trata del título de una serie de televisión bastante reciente.
¿Por qué ese título?, no lo sé, supongo, quizás, que porque me acabo de empezar dicha serie y a los cinco minutos del primer episodio la protagonista de la serie ya me recordaba a mi.
Lo sé, lo sé, supongo que muchas adolescentes en sus malos años se podrían sentir identificadas con esa chica, la diferencia es que yo ya no soy una adolescente y que no estoy hablando de que crea que muchas de esas chorradas que le pasan a ella en la serie sean inevitables, ya que, de hecho, muchas de ellas con la contestación adecuada que a mi me saldría ahora por naturaleza se solucionarían de un plumazo. Pero, aunque ahora cuando veo la serie pienso que es muy tonta por dejarse pisotear, o por tener ciertas esperanzas, o por perdonar cosas imperdonables, se que hace unos años yo era muy parecida a esa chica.
Me da lástima la verdad, me doy lástima por haber sido así en algún momento, ¿qué todos tenemos que tener nuestro momento de ser inocentes?, y una mierda, tal y como soy ahora hace unos años me hubiese ahorrado muchas gilipolleces, y, sobre todo, muchísimo sufrimiento.
No se, puede que esté desvariando, en ocasiones lo hago, en muchas de hecho, y soy consciente de ello, pero supongo que he llegado a un punto en el que me da igual, o en el que simplemente estoy tan sumamente convencida de que nadie me hace caso ni me presta la más mínima atención ni se preocupa por mi en absoluto que aunque divulgara mis disparatadas ideas a los cuatro vientos nada cambiaría.
¿Realmente estoy completamente sola?, no...se que no, ya que se que con reducido número de personas puedo contar, y eso es mucho más de lo que una chica como yo podría desear creerme. ¿Eso significa que no me sienta sola en ciertas ocasiones?, en absoluto.
Tengo la clara idea de que por mucha gente de la que nos podamos rodear, por muchos a los que podamos conocer, por muchos que nos intenten ayudar incluso, hay momentos en la vida que hay que pasar solos. Lo malo de esos momentos es que hay gente que los supera con mayor o menor problema, los supera, pero hay otra gente que no.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
¿Por qué ese título?, no lo sé, supongo, quizás, que porque me acabo de empezar dicha serie y a los cinco minutos del primer episodio la protagonista de la serie ya me recordaba a mi.
Lo sé, lo sé, supongo que muchas adolescentes en sus malos años se podrían sentir identificadas con esa chica, la diferencia es que yo ya no soy una adolescente y que no estoy hablando de que crea que muchas de esas chorradas que le pasan a ella en la serie sean inevitables, ya que, de hecho, muchas de ellas con la contestación adecuada que a mi me saldría ahora por naturaleza se solucionarían de un plumazo. Pero, aunque ahora cuando veo la serie pienso que es muy tonta por dejarse pisotear, o por tener ciertas esperanzas, o por perdonar cosas imperdonables, se que hace unos años yo era muy parecida a esa chica.
Me da lástima la verdad, me doy lástima por haber sido así en algún momento, ¿qué todos tenemos que tener nuestro momento de ser inocentes?, y una mierda, tal y como soy ahora hace unos años me hubiese ahorrado muchas gilipolleces, y, sobre todo, muchísimo sufrimiento.
No se, puede que esté desvariando, en ocasiones lo hago, en muchas de hecho, y soy consciente de ello, pero supongo que he llegado a un punto en el que me da igual, o en el que simplemente estoy tan sumamente convencida de que nadie me hace caso ni me presta la más mínima atención ni se preocupa por mi en absoluto que aunque divulgara mis disparatadas ideas a los cuatro vientos nada cambiaría.
¿Realmente estoy completamente sola?, no...se que no, ya que se que con reducido número de personas puedo contar, y eso es mucho más de lo que una chica como yo podría desear creerme. ¿Eso significa que no me sienta sola en ciertas ocasiones?, en absoluto.
Tengo la clara idea de que por mucha gente de la que nos podamos rodear, por muchos a los que podamos conocer, por muchos que nos intenten ayudar incluso, hay momentos en la vida que hay que pasar solos. Lo malo de esos momentos es que hay gente que los supera con mayor o menor problema, los supera, pero hay otra gente que no.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
miércoles, 2 de enero de 2013
Dormida (mini relato)
Caminaba por un bosque, pero no un bosque tenebroso ni putrefacto, no, todo lo contrario, un bosque precioso, lleno de luz, colores y vida.
Estaba tan absorta en aquel mundo tan perfecto y bello que ni siquiera se percató de que alguien la observaba.
De pronto un ruido a su espalda, una rama rota quizás, que la hizo volverse bruscamente y escrutar con la mirada entre la multitud de árboles buscando al responsable, pero no vio nada. Siguió buscando un rato, paseándose entre las plantas, pero nada.
Sonrió, cerró los ojos unos instantes mientras centraba sus pensamientos en otro lugar.
Cuando abrió los ojos ya no estaba en el bosque, ahora se encontraba en una pradera llena de margaritas, y un poco más abajo, en la misma montaña, cientos de ovejas pastaban calmadamente.
Sonrió de nuevo; aquello era perfecto. Se tumbó entre las margaritas a mirar el cielo azul, el cual de pronto se oscureció dejando ver todas las estrellas que formaban el firmamento. Se quedó absorta y llena de felicidad mirándolas pensando que podría pasar la eternidad en aquel lugar.
De pronto todo empezó a temblar, pero ella no se asustó, sabía perfectamente lo que pasaba. Un ruido estridente llenó el prado, aunque las ovejas ni siquiera se percataron, y no se extrañó de ello, ya que ellas no podían oírlo.
Cerró los ojos de nuevo, y cuando los abrió ya no estaba en el prado, se encontraba dentro de una habitación, en su habitación. Con desgana y decepción se levantó lentamente.
Estaba harta de despertar, de volver a la realidad, a aquel infierno que todos llaman realidad.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
Estaba tan absorta en aquel mundo tan perfecto y bello que ni siquiera se percató de que alguien la observaba.
De pronto un ruido a su espalda, una rama rota quizás, que la hizo volverse bruscamente y escrutar con la mirada entre la multitud de árboles buscando al responsable, pero no vio nada. Siguió buscando un rato, paseándose entre las plantas, pero nada.
Sonrió, cerró los ojos unos instantes mientras centraba sus pensamientos en otro lugar.
Cuando abrió los ojos ya no estaba en el bosque, ahora se encontraba en una pradera llena de margaritas, y un poco más abajo, en la misma montaña, cientos de ovejas pastaban calmadamente.
Sonrió de nuevo; aquello era perfecto. Se tumbó entre las margaritas a mirar el cielo azul, el cual de pronto se oscureció dejando ver todas las estrellas que formaban el firmamento. Se quedó absorta y llena de felicidad mirándolas pensando que podría pasar la eternidad en aquel lugar.
De pronto todo empezó a temblar, pero ella no se asustó, sabía perfectamente lo que pasaba. Un ruido estridente llenó el prado, aunque las ovejas ni siquiera se percataron, y no se extrañó de ello, ya que ellas no podían oírlo.
Cerró los ojos de nuevo, y cuando los abrió ya no estaba en el prado, se encontraba dentro de una habitación, en su habitación. Con desgana y decepción se levantó lentamente.
Estaba harta de despertar, de volver a la realidad, a aquel infierno que todos llaman realidad.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"