Tristeza (mini relato, parte 2)

Varios días después todo sigue igual. La cama sigue atrapándome entre sus sábanas con su dulce melodía impidiendo que las ganas de levantarme vuelvan, aunque en realidad llevo tantos días comiendo tan poco que dudo que mis piernas tengan la fuerza suficiente como para sostener mi cuerpo.
La idea se mantiene en mi cabeza, abandonándome únicamente cuando a esta vuelven a torturarme los motivos de mi tristeza.
La angustia sigue aferrada a mi pecho dejándome apenas respirar, y por pura cortesía, provocando que a cada rato las lágrimas broten de mis ojos sin ninguna razón concreta, si no por ese cúmulo de cosas que me están destrozando por dentro.
Ojalá alguien pudiera sacarme de esto. Ojalá abriese la puerta de mi habitación, me sacase de la cama, secase mis lágrimas y me dijese algo que hiciera que todo esto se acabase, que hiciera que la idea que no deja de rondarme desapareciese y que la angustia de mi pecho me soltase, pero se que eso no va a ocurrir, nadie va a venir, nadie va a salvarme de esto, estoy y seguiré estando sola en mi cama, llorando, sin apetito y sintiendo como esta angustia me va consumiendo por dentro poco a poco.
Hace semanas que no voy a clase y nadie se ha preocupado por ello. Hace días que apenas salgo de la habitación y nadie ha venido a preguntarme si me pasa algo. Estoy sola, completamente sola, mi única compañía es esa idea cada vez más atractiva, ese camino que intento evitar tomar con todas mis fuerzas pero que cada vez me arrastra más por la irresistible idea de que esto se acabe ya, de que por fin termine este sufrimiento, pero aún puedo aguantar...aún...aunque no se durante cuanto tiempo seré capaz de resistirme...cada vez es más difícil...demasiado difícil...

"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"