Cuando llegué a su edificio ya sabía lo que iba a encontrarme.
Soy forense de la policía de Madrid, y, por desgracia, cada vez tengo más casos, aunque la verdad es que pocos como la escena del crimen a la que acabo de llegar, y gracias a dios.
Todos los policías que habían acordonado el edificio y me esperaban para que diagnosticara la razón de la muerte, aunque era obvia, me esperaban en silencio, sin poder levantar la mirada del suelo, abatidos por lo que me esperaba dentro de aquel apartamento.
Cuando me encontré en la puerta detrás de la cual se hallaba el cadáver mi jefe me tocó el hombro con gran pesar y me invitó a pasar. Al cruzar el umbral de la puerta comprendí inmediatamente el estado del resto del cuerpo de policía.
Una chica joven, de unos 20 o 22 años, en su cama, la cual estaba cubierta de sangre, y sobre ella se encontraba su cuerpo desangrado por unos cortes en las muñecas.
¿Qué podía llevar a una chica tan joven a cometer tal crimen hacia su persona?, los cortes eran limpios, decididos, ni siquiera había titubeado, se podría decir incluso que parecía feliz de haber muerto, era muy desconcertante y, a la vez, doloroso a la simple vista.
Tras inspeccionarla con detenimiento el cuerpo, como mi trabajo que es, se la llevaron, y yo me quedé a inspeccionar la habitación con algunos policías buscando algo que nos dijera la causa del suicidio.
Uno de mis compañeros me hizo unas señas para que me acercase. Tenía una libreta en la mano, en la cual la joven chica había escrito. Tras ojearlo un poco llegué a la conclusión de que era una especie de diario, lo que podría decirnos algo, asique lo guardé en una bolsa para pruebas. No encontramos nada más, asique nos retiramos.
Esa noche estaba completamente desvelada, asique decidí echarle un ojo al diario. Pasé horas leyéndolo, y al fin llegué a lo que la chica había escrito ese mismo día, seguramente poco rato antes de suicidarse, y lo cual decía:
"No paro de mirar el móvil entre las sábanas de mi cama sin obtener nada a cambio más que el deslumbramiento de la pantalla vacía.
No tengo fuerzas de levantarme de la cama, ni el suficiente apetito como para que tenga que hacerlo.
Desperté hace horas, pero sin poder evitar pensar que estoy sola en este mundo cruel sigo aquí tumbada, mientras la cama cada vez me hunde más en su colchón, hasta que llegue el momento en el que me sea imposible liberarme.
Nadie lo entiende, nadie entiende lo que es sentirse completamente sola, dolida, llorar sin descanso, perder las fuerzas, perder las ganas de luchar. Nadie sabe como ayudarme, pero también es verdad que prácticamente nadie sabe como estoy.
Los días son una lucha continua entre mi yo interno, que se ha cansado de vivir, y las pocas personas que evitan que él gane.
Sólo quiero que todo acabe, que este sufrimiento termine, que esta sensación se desvanezca, pero por alguna extraña razón que no consigo alcanzar a entender, no puedo cumplir mis propósitos.
Cada día que pasa es más duro, peor, una tortura más en este mundo en el que no quiero permanecer, del que ya me hubiese gustado irme, a decir verdad.
Duele vivir, duele pensar, duele aguantar...duele, todo, absolutamente todo, cada gesto, cada mirada, cada día, cada sentimiento...oh si, eso es lo que más duele, sin ninguna duda, los sentimientos, dolorosos e insufribles sentimientos.
¿Y los sueños?, apenas tengo, a decir verdad, pero los poco que tengo son tan...reales, que me cuesta incluso despertar y hacerlo de verdad, salir de ellos.
La verdad es que no se ni por qué escribo esto, ¿para intentar no pensar en lo que va a pasar inevitablemente?, puede ser, pero ya he tomado una decisión, ya no puedo más.
Adiós, al fin, adiós, y que nadie venga a buscarme por favor, creo que tras esto...será la primera vez que de verdad necesite estar sola."
Al terminar de leer estas palabras tan sumamente dolorosas me sorprendí llorando.
Pude sentir su dolor con cada palabra, su sufrimiento.
Ojalá hubiese podido ayudarla. Y con ese pensamiento cerré el caso, con ese pensamiento y con la palabra "suicidio" en su interior.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
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