"Me llamo Alba Blázquez Manrique y tengo 21 años. Apenas me quedan fuerzas para escribir estas palabras, pero me veo con la necesidad de servir de mensajera. Por favor, si algún día alguien encuentra este diario que no se lo tome a la ligera, como una novela de ficción o como el relato de una simple perturbada. Todo lo que escribo aquí es completamente real, y si algún día vuelve a haber vida en este planeta no quiero que cometan de nuevo los mismos errores que cometimos nosotros.
Me llamo Alba Blázquez Manrique, y este es el principio del fin."
*21/12/2012 - 23:45 p.m.
Quedaban apenas quince minutos para que ocurriera el supuesto "fin del mundo" que los mayas predijeron, pero...¿era real?.
La gente estaba en sus casas, con preparativos navideños o simplemente negados a creer que de verdad esta profecía se llegara a cumplir. Sólo unos pocos en todo el mundo realmente creyeron que algo espantoso sucedería y se prepararon para lo peor.
Algunos únicamente se despidieron de sus seres queridos; otros hicieron compras masivas de comida; otros incluso prepararon búnquers en los que metieron a sus familias con suministros, ¿pero alguno de ellos tenía razón? ¿alguno de ellos estaba realmente preparado? ¿estaban en lo cierto o eran simples maníacos?, aún quedaban quince largos minutos para averiguarlo.
Estos quince últimos minutos fueron cubiertos por millones de acciones en todo el mundo, tanto de gente que creía en el fin del mundo como de la gente que no. Desde acciones de amor, fe, desesperación...a la simple acción de tomar una cerveza y darle un largo trago disfrutando del frescor de la misma atravesando sus gargantas.
21/12/2012 - 23:59 p.m.
Llegaba el momento de la verdad. Tanto los corazones de los que creían como los de los que no se encogieron inconscientemente esperando el final.
21/12/2012 - 00:00.
La oscuridad.
La luz de todo el mundo se fue al unísono, ¿pero aquello era real? ¿o un simple fallo eléctrico?.
La gente esperó, impaciente el regreso de la luz, abrazada a sus seres queridos, sin moverse de sus casas por miedo, o corriendo hacia ellas exactamente por lo mismo.
Esperaron, acurrucados, como animales salvajes atemorizados, buscando el calor, la seguridad de un conocido, de un familiar.
Y siguieron esperando; hasta que finalmente amaneció.
22/12/2012.
Nadie entendía nada. Por supuesto probaron todo tipo de aparatos en sus casas, buscando un signo de electricidad, cualquiera, por nimio que fuera.
Finalmente algunos responsables de familias decidieron salir a la calle y buscar explicaciones, si es que existían, para aquel fenómeno. Incluso los que se encontraban en los búnquers salieron. La curiosidad de la raza humana es inmedible, al igual que su despreocupación hasta el momento crítico.
22/01/2013.
Pasaron los días y nadie sabía nada, la luz no regresaba. Empezaban a quedarse muchos sin alimentos y el caos comenzaba a aflorar en las ciudades.
Los más inteligentes se fueron, huyeron a poblaciones más pequeñas con la esperanza de estar más seguros y poder proteger mejor a sus seres queridos.
A medida que la gente avanzaba por el exterior de las ciudades empezaron a percatarse de que el fallo de la electricidad no había sido lo único que había ocurrido.
Los lagos y ríos estaban secos, las plantas y los animales muertos, ¿cómo podía haber pasado aquello en tan solo un mes desde que ocurrió el apagón?. La Tierra se moría, y era demasiado tarde para salvarla, para salvarnos, era el final.
01/02/2013.
Pasaban lentamente los días.
En las zonas rurales, aquellos pocos afortunados que habían tenido alimentos para sobrevivir hasta entonces, intentaban plantar para poder comer, pero era inútil, nada crecía, ni siquiera había agua para regar o beber.
Era realmente demasiado tarde.
Después de muchísimos años avisándonos de su debilidad finalmente la Tierra había muerto, y ahora nos tocaba morir a los asesinos.*
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
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