Sorpresas inesperadas

Es increible como unos pocos días pueden arreglarle a una persona unas navidades entera, ¿no os parece?. Nunca había vivido nada parecido la verdad, normalmente cuando empezaba unas fiestas sin ninguna ilusión por algún suceso próximo que me había dejado destrozada por muy buenos que fuesen esos días de fiesta esa ilusión no volvía, pero esta vez no ha sido así, cuatro míseros días han sido capaces de arreglarme unas navidades enteras, solo han hecho falta esos cuatro últimos días para conseguirlo.
Además estas no han sido unas navidades cuales quiera, ya que el día de noche buena, como decía en mi anterior entrada, lo pasé en el hospital porque el viernes veintitres me operaron de apendicitis de madrugada, lo que conllevó que en noche buena en lugar de estar con mi familia cenase en el hospital, que al día siguiente, aunque me dieron el alta, cosa que estaba deseando, casi no me podía mover por las grapas y el dolor físico que acompaña a toda operación, que se me abrió la herida del drenaje, lo cual me dejó más débil aún, y que los días siguientes a esto no mejoraron, ya que apenas podía moverme y estaba continuamente agotada, bueno, y que encima tuve que venirme el miércoles después de la operación a la ciudad en la que estudio porque tenía academia de álgebra, tres horas nada más y nada menos, y recién operada, genial vamos. Y cuando creía que ya estaba mejor fui a que me quitasen las grapas, lo cual duele bastante más de lo que me hubiese gustado, y vuelta a empezar, se me volvió a inflamar la zona de la operación y volvía a molestarme, y de echo los días siguientes tuve que ir de nuevo con bastante cuidado por miedo a que se me pudiese abrir la herida y, como no, la noche de noche vieja me estuvo molestando tanto la cicatriz que hasta tuve que sentarme un buen rato para reponerme y no moverme del sitio ya hasta las campanadas, vamos, unas navidades geniales.
Pero aún así, aún con todo eso, aún con todos esos días de mierda, tan solo los cuatro días de la semana del día de reyes, de domingo de madrugada a jueves de madrugada, han salvado mi navidad, y estoy segura de que jamás podré olvidar la navidad del 2011, y no solo eso, si no que además la recordaré como una de las navidades más especiales que he pasado, estoy segura de ello, y sólo tú podrás llegar a comprenderlo de verdad, sólamente tú cielo.
Y para terminar con esta entrada quería dar las gracias a todos los que habéis ayudado en "mi regalo" de este año, y sobretodo gracias a ti mamá, que se que has hecho todo lo posible para que él estuviese aquí conmigo, gracias de todo corazón. Te quiero muchísimo mamá.

"Se acerca el invierno"