Esta entrada va a tratar básicamente de una receta de una tarta de queso que utilizo mucho y que a todas las personas que la han probado les ha encantado, asique me gustaría compartirla con vosotros y espero que si alguien la utiliza que tenga tan buena acogida su tarta como la tiene cuando la hago yo para mis familiares ó amigos.
La verdad es que es una de las tartas más sencillas que conozco, y he de decir que conozco algunas ya que me encanta cocinar, es una de las aficiones que tengo que más práctico de echo.
Como ya he dicho esta tarta no tiene ninguna dificultad, como mucho podría decirse que es algo complicado pillarle el punto que tiene que estar en el horno, pero os aseguro que si no se lo pilláis a la primera a la segunda ya os saldrá perfecta.
Bueno, para hacer esta sencilla tarta sólo necesitaréis:
- 4 huevos.
- Dos cucharadas soperas de harina.
- Una tarrina de queso de untar (yo uso el de marca blanca del mercadona y queda perfecta).
- Una tarrina pequeña de leche condensada (en mercadona de las más pequeñas que venden).
- La misma cantidad de leche condensada de leche normal (el mismo recipiente de la leche condensada os valdrá como medidor).
Una vez tengáis todos los ingredientes es tan fácil como echarlos todos en un recipiente grande, tipo ensaladera, y batirlo todo bien con una batidora eléctrica hasta que esté completamente líquido.
En la receta original ponía que había que precalentar el horno a 250 grados, pero la verdad...llevo haciendo esta tarta mucho tiempo y nunca precaliento el horno por la simple razón de que esta tarta es propensa a hacerse antes por fuera que por dentro, y para que esté buena tiene que estar adecuadamente cuajada, y para eso a mi lo que siempre me ha funcionado es encender el horno cuando e ido a meterla, y le pongo a 200 grados en vez de a 250, para que se haga más lentamente y se cuaje bien.
Para los que no estéis acostumbrados a cocinar concretaré más explícitamente lo que se debe hacer tras mezclar bien los ingredientes con la batidora.
Untar un recipiente plano, para tartas, de barro o cualquier material adecuado para meter en el horno, de mantequilla. Varias recomendaciones, que el recipiente no sea excesivamente alto, cuanto más alto es más le cuesta cuajar a la tarta, y que la mantequilla la derritáis antes de untarla en un vaso en el microondas, eso si, tapar el vaso con un plato o algo, porque la mantequilla salta y si no dejará el microondas pringoso.
Tras tener el recipiente bien untado de mantequilla derramar en su interior los ingredientes batidos, los cuales deberían ser completamente líquidos ahora.
Ya solo queda meter la tarta en el horno, en el centro, con las resistencias de arriba y abajo puestas y a 200 grados.
Para saber si una tarta está lista hay que abrir el horno con cuidado, sin apagarlo si quiera, cuando se crea que la tarta está ya hecha, entonces se coge un cuchillo y se introduce en la tarta con cuidado. Si el cuchillo al sacarlo está limpio es que la tarta está lista, pero conviene comprobar en otros puntos de esta antes para asegurarse de que por todas las zonas está bien hecha.
Finalmente se saca la tarta del horno, se deja enfriar y a comer.
Espero que os haya gustado como lo he explicado y que si la llegáis a hacer os guste como queda. A mi desde luego me ha parecido siempre una tarta genial para festividades o para tomar con el café o té. Además, para los que no seáis demasiado golosos como yo, no es nada empalagosa, por lo menos para mi gusto. A mi parecer es una tarta fácil y rápida de hacer y que sale muy económica, pero bueno, espero que os animéis a probar a hacerla vosotros mismos y que estéis de acuerdo conmigo.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
Buenísima
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