miércoles, 7 de diciembre de 2011

Marcas imborrables

Hoy he decidido hablar de un tema que mencioné en la entrada de hace unos días pero no lo desarrollé como se merece.
A lo largo de nuestras vidas conocemos a miles de personas, unas más importantes que otras, unas que se quedan más tiempo que otras, unas con las que nos dirigimos una palabra en un curso entero y otras con las que podemos hablar al día durante horas, y además la mayoría de todas esas personas que podemos llegar a conocer es muy posible que dejen una marca en nosotros para siempre. Puede tratarse de una marca buena, de una marca mala, de amor, de amistad...hay un número infinito de marcas, pero lo que está claro es que cualquier tipo de marca que nos haga cualquier tipo de persona ya no se borrará jamás, nos acompañará el resto de nuestras vidas, y además nos servirá para aprender de ella a medida que nuestra vida vaya avanzando.

Las marcas no son simples recuerdos en nuestros corazones, tanto buenos como malos, si no que también son las que nos hacen madurar, las que hacen que nuestra personalidad vaya cambiando hasta que finalmente llegamos a ser el tipo de persona que seremos para el resto de nuestras vidas.
Cuando una persona comienza a ser importante en nuestra vida nos volvemos débiles ante ella, puesto que en el momento en el que se convierte en alguien a quien no queremos perder jamás tiene la facilidad de hacernos daño o de hacernos felices incluso con una sola palabra. Por esto siempre debemos tener mucho cuidado en quien confiamos, en a quien le damos esa facilidad, ya que, aunque puede hacernos muy felices, si esa persona se lo propone también puede hacernos muchísimo daño, un daño que ya nunca olvidaremos y que quedará grabado para siempre en nuestros corazones. Hay que ser cauto, estudiar bien a las personas antes de abrirles nuestro corazón, antes de dejar que nos conozcan como realmente somos, nuestros miedos, temores, fobias...todas esas cosas que son las que nos hacen totalmente vulnerables para quien las sabe.
Pero siempre hay personas que pueden hacernos daño con más facilidad que otras, y esas personas son a las que podemos llegar a amar. Esas personas a las que les damos nuestro corazón, en las que confiamos ciegamente porque las amamos, aquellas de las cuales nunca nos esperaríamos que nos hicieran ningún daño...esas son las que realmente pueden destrozarnos, las que si nos hacen daño pueden quitarnos hasta las ganas de vivir, las ganas incluso de volver a darle nuestro corazón a otra persona que de verdad se lo mereciese, esas marcas que te dejan esas personas no es solo que sean para toda la vida, si no que nunca dejan de doler. Siempre habrá cosas a lo largo de nuestras vidas que nos recuerden a las personas que hemos amado y que nos han hecho daño, un color, una bebida, una calle, un parque, una palabra, un gesto...miles de cosas, y por mucho que pasen los años seguirán recordándonos nuestro pasado, nos recordarán el dolor que sentimos al perder a esa persona como si hubiese sido ayer mismo, y eso jamás podremos evitarlo. Da igual que ya no sintamos nada en absoluto por esa persona, da igual que hayan pasado años desde que la perdimos, da igual que nosotros decidiésemos sacarla de nuestra vida porque no éramos felices, da igual que estemos con otra persona que sea el amor de nuestra vida...todo da igual, porque aún así, seguirá doliendo, y nunca podremos hacer nada para evitarlo.


"Se acerca el invierno"

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