sábado, 29 de diciembre de 2012

El fin del mundo (mini relato)

"Me llamo Alba Blázquez Manrique y tengo 21 años. Apenas me quedan fuerzas para escribir estas palabras, pero me veo con la necesidad de servir de mensajera. Por favor, si algún día alguien encuentra este diario que no se lo tome a la ligera, como una novela de ficción o como el relato de una simple perturbada. Todo lo que escribo aquí es completamente real, y si algún día vuelve a haber vida en este planeta no quiero que cometan de nuevo los mismos errores que cometimos nosotros.
Me llamo Alba Blázquez Manrique, y este es el principio del fin."

*21/12/2012 - 23:45 p.m.
Quedaban apenas quince minutos para que ocurriera el supuesto "fin del mundo" que los mayas predijeron, pero...¿era real?.
La gente estaba en sus casas, con preparativos navideños o simplemente negados a creer que de verdad esta profecía se llegara a cumplir. Sólo unos pocos en todo el mundo realmente creyeron que algo espantoso sucedería y se prepararon para lo peor.
Algunos únicamente se despidieron de sus seres queridos; otros hicieron compras masivas de comida; otros incluso prepararon búnquers en los que metieron a sus familias con suministros, ¿pero alguno de ellos tenía razón? ¿alguno de ellos estaba realmente preparado? ¿estaban en lo cierto o eran simples maníacos?, aún quedaban quince largos minutos para averiguarlo.
Estos quince últimos minutos fueron cubiertos por millones de acciones en todo el mundo, tanto de gente que creía en el fin del mundo como de la gente que no. Desde acciones de amor, fe, desesperación...a la simple acción de tomar una cerveza y darle un largo trago disfrutando del frescor de la misma atravesando sus gargantas.

21/12/2012 - 23:59 p.m.
Llegaba el momento de la verdad. Tanto los corazones de los que creían como los de los que no se encogieron inconscientemente esperando el final.

21/12/2012 - 00:00.
La oscuridad.
La luz de todo el mundo se fue al unísono, ¿pero aquello era real? ¿o un simple fallo eléctrico?.
La gente esperó, impaciente el regreso de la luz, abrazada a sus seres queridos, sin moverse de sus casas por miedo, o corriendo hacia ellas exactamente por lo mismo.
Esperaron, acurrucados, como animales salvajes atemorizados, buscando el calor, la seguridad de un conocido, de un familiar.
Y siguieron esperando; hasta que finalmente amaneció.

22/12/2012.
Nadie entendía nada. Por supuesto probaron todo tipo de aparatos en sus casas, buscando un signo de electricidad, cualquiera, por nimio que fuera.
Finalmente algunos responsables de familias decidieron salir a la calle y buscar explicaciones, si es que existían, para aquel fenómeno. Incluso los que se encontraban en los búnquers salieron. La curiosidad de la raza humana es inmedible, al igual que su despreocupación hasta el momento crítico.

22/01/2013.
Pasaron los días y nadie sabía nada, la luz no regresaba. Empezaban a quedarse muchos sin alimentos y el caos comenzaba a aflorar en las ciudades.
Los más inteligentes se fueron, huyeron a poblaciones más pequeñas con la esperanza de estar más seguros y poder proteger mejor a sus seres queridos.
A medida que la gente avanzaba por el exterior de las ciudades empezaron a percatarse de que el fallo de la electricidad no había sido lo único que había ocurrido.
Los lagos y ríos estaban secos, las plantas y los animales muertos, ¿cómo podía haber pasado aquello en tan solo un mes desde que ocurrió el apagón?. La Tierra se moría, y era demasiado tarde para salvarla, para salvarnos, era el final.

01/02/2013.
Pasaban lentamente los días.
En las zonas rurales, aquellos pocos afortunados que habían tenido alimentos para sobrevivir hasta entonces, intentaban plantar para poder comer, pero era inútil, nada crecía, ni siquiera había agua para regar o beber.
Era realmente demasiado tarde.
Después de muchísimos años avisándonos de su debilidad finalmente la Tierra había muerto, y ahora nos tocaba morir a los asesinos.*

"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"

lunes, 17 de diciembre de 2012

Fin

Yo creo que en la vida de todo ser humano hay un momento en el que nuestros pensamientos, nuestras ideas, nuestros principios, nuestro mundo, todo, entra en colapso consigo mismo y es como si nuestro cerebro quisiera decirnos que ya es suficiente, que se acabó, que no puede más.
¿Una idea disparatada?, puede ser, ¿absurda?, también, ¿por qué no?, muchas ideas lo son, incluso las más ingeniosas de toda la historia.
Desde el principio de la humanidad, según cuentan al menos, muchas personas han tenido ideas brillantes que se han considerado disparatas durante siglos, y que incluso han llevado a las personas que las tuvieron a verdaderos conflictos con el resto de la raza humana.
La verdad es que no podría decirse que he vivido mucho, pero en mis veintiún años de vida me he dado cuenta de una cosa en numerosas ocasiones: "el ser humano es dominado por el miedo"; el miedo a ser despedido, a morir, a no poder conseguir el futuro que desea, a perder a sus seres queridos; el miedo a vivir. Si, si, lo sé, parece que divago, ¿verdad?, pero...¿lo hago?. Pensarlo bien, pensar en cada una de vuestras vidas, en cada una de vuestras decisiones, en cada uno de sus motivos; el miedo siempre está detrás de todo.
Yo tengo miedo, como todos, todos lo tenemos aunque no queramos admitirlo por la absurda necesidad de no mostrarnos débiles ante el mundo, pues bien mis queridos lectores, los seres humanos somos débiles, lo queramos o no, y volvemos a lo mismo, lo que nos hace débiles son los miedos.
La gente que no teme a ciertas cosas puntuales a conseguido llegar mucho más lejos que la gente que ha dejado atemorizarse y acondicionarse por ciertos aspectos de su vida, es una realidad, un hecho.
Yo tengo un gran miedo, el cual, a la vez, para unos pocos que saben la verdad sobre mi, es un gran alivio, curioso, ¿verdad?. Quizá si su alivio no existiera, si mi miedo a defraudar a esas pocas personas no existiera, mi primer miedo no me detendría, ya que daría igual, ya que hiciera lo que hiciera no haría daño a nadie.

¿Cuándo llega el final de una persona?, cuando deja de tener miedo a la muerte, cuando se rinde, cuando se da cuenta de que no se puede luchar contra ella, de que tarde o temprano nos apresará a todos y nos ocultará bajo su negro manto para después...¿para después qué?, no lo sé, cada uno tiene sus ideas propias, ¿reencarnación?, ¿cielo?, ¿infierno?, ¿y a quién le importa realmente?, y si le importa...¿por qué?, ya habrá acabado todo, ¿qué más da a dónde vayamos o lo que hagamos si ya estamos muertos?, incluso en el caso de la reencarnación es comenzar una vida nueva como otra persona, por lo que yo pienso, ¿para qué preocuparse?.
Desde bien pequeña he estado bastante alejada de la religión la verdad, y quizá por eso me he librado de esas ataduras de terror que impone la religión sobre todas las personas, pero cuidado, no hablo sólo del cristianismo, que va, hablo de todas aquellas religiones que dominan a sus seguidores con miedos, eso no es ayudar a la gente, ayudarla a creer, querer guiarla; no, todo lo contrario, es asustarla para asegurarse de tenerla controlada.
Vale que algunos de los que leáis esto puede que penséis que estoy equivocada, incluso que es una blasfemia que diga tales cosas, o que hablo así por haber vivido siempre apartada de la religión, pero la verdad es que no me importa. Toda mi vida he vivido independientemente a todo tipo de religiones y realmente ni me arrepiento ahora ni me arrepentiré en mi lecho de muerte como me dicen muchos que pasará, ¿y sabéis por qué?, porque sé lo que me espera tarde o temprano, nada más y nada menos que morir y descansar en paz.

"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"