Ya te habrás dado cuenta a estas alturas
de que ninguno de los dos podemos
darle cumplimiento a la promesa
que nos hicimos en la playa de Penarth.
No podemos perseguirnos
toda la vida ni cruzar nuestras miradas
con esa facilidad que tenemos luego
para fingir no habernos visto.
Solo depende de nosotros
alargar esta agonía de llamadas y de aviones.
Cuando venga la muerte a recogerme en ambulancia,
sin tiempo para apagar el gas ni recoger mis cosas,
es probable que no me acuerde de tu nombre.
Reconozcamos que mereció la pena:
que esto es todo y seguiremos en contacto.
Pequeñas mentiras para que no acabe
nuestro amor también en gritos.
Este poema, también sacado del pequeño pero revelador libro "Cómo hemos llegado a esto" de Víctor Martín Iglesias, me recuerda muchísimo a una persona muy especial en mi vida y con la que siempre he vivido momentos muy intensos.
No se si realmente estos versos le gustarán a la persona que me recuerdan, pero se que ansiaba leerlo, y que además lee mi blog con regularidad, asique bueno, ya me contarás que te ha parecido, cielo.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"