Ahora que convierto la azotea
en esta fina línea que me deja
a un paso de la muerte y la acera
y el pulso se me queda
suspendido en la garganta, casi a punto
de rozar el cielo de la boca,
me surgen las preguntas, supongo,
típicas de estos casos.
El corazón se acelera y toca
hasta el último resquicio de mi cuerpo.
La sangre, que se sabe muerta
pero que aún bombea,
pronto tendrá por venas los adoquines.
Puede que el suicio sea
una forma de morir cobarde,
pero tiene tanto glamour...
Este es, sin duda, el poema que más me ha gustado de los que he leído por ahora del libro que ya os comenté anteriormente, "cómo hemos llegado a esto", de Víctor Martín Iglesias.
Se que para alguno puede sonar algo...deprimente, pero a mi la verdad me parece una forma muy acertada de contar la situación en la que se encuentra la persona del poema, como si el poeta se hubiera puesto en su misma piel, y por eso me atrae tanto.
Espero que haya a quien le guste tanto como a mi.
"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"
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